26 de agosto de 2015Cierre de un crucifijo “Si alguna vez hubo un anarquista en la Tierra, el evangelio de Jesús fue uno”. -Frank S. Billings, 1894
Para los creyentes en el Nuevo Testamento de la Biblia, la Sábana Santa de Turín es la tela del entierro de Jesús de Nazaret, que muestra la imagen de su cuerpo crucificado. Sin embargo, muchos no creyentes creen que la imagen en el sudario es un engaño artístico. En 2014, los investigadores decidieron recrear la ruta del flujo de sangre que se muestra en la imagen para determinar la posición de la crucifixión. Encontraron que las manchas en el sudario eran consistentes con una crucifixión, pero los brazos tenían que estar en una posición en “Y” sobre la cabeza en lugar de la posición en “T” comúnmente representada. La posición en “Y” habría sido especialmente dolorosa, creando también dificultad para respirar.
Explicación completa
Para los creyentes en el Nuevo Testamento de la Biblia, la Sábana Santa de Turín es la tela del entierro de Jesús de Nazaret, que muestra la imagen de su cuerpo crucificado. Sin embargo, muchos no creyentes creen que la imagen en el sudario es un engaño artístico.
Cuando a un grupo de científicos se les permitió finalmente probar directamente el tejido en 1969, encontraron pruebas de manchas de sangre reales, no de pigmentos artificiales. Sin embargo, todavía no podían explicar cómo se creó la imagen. En 1988, el sudario fue analizado en tres laboratorios usando técnicas de datación por carbono 14. Con un nivel de confianza estadística del 95 por ciento, los científicos de las tres instituciones concluyeron que el sudario era un material medieval originado en un año entre 1260 y 1390.
Sin embargo, en 2010, otros estadísticos cuestionaron esos resultados. Parece que la datación de las tres muestras probadas se promedió para producir un resultado de la época medieval. Sin embargo, si se mira cada muestra individualmente, las fechas variaron en más de 150 años, dependiendo de la parte de la prenda de la que se tomaron las muestras.
En 2013, los resultados de pruebas más recientes de los científicos de la Universidad de Padua situaron el origen de la mortaja en un año entre el 300 a.C. y el 400 d.C. Los científicos de Padua sostienen que las muestras de datación de carbono-14 de 1988 fueron contaminadas por fibras de tela de la Edad Media que se utilizaron para reparar el sudario después de que sufriera daños en un incendio.
Independientemente de la controversia sobre la fecha del sudario, nadie puede probar cómo se creó la imagen. Ni tampoco pueden replicarla. Incluso en el siglo XXI, no tenemos una tecnología de la luz lo suficientemente avanzada para reproducir la imagen. Entonces, ¿cómo puede un falsificador medieval haber hecho lo que la ciencia moderna no puede? Por eso muchos creyentes en Jesucristo señalan un milagro de luz divina que quemó su imagen en la tela.
En 2014, un nuevo análisis del sudario planteó una cuestión interesante. Esta vez, el tema no era cuándo se produjo la imagen o por quién. En su lugar, estos investigadores dicen que la posición del cuerpo crucificado parece ser diferente a la mayoría de las representaciones tradicionales. Sin embargo, vale la pena notar que parecen creer que el sudario es una falsificación, lo que significa que la imagen fue puesta allí por un artista.
Sin embargo, reconocen que la débil imagen en la tela puede mostrar sangre fluyendo por los brazos de un hombre desnudo. Así que Matteo Borrini de la Universidad John Moores de Liverpool y Luigi Garlaschelli de la Universidad de Pavia decidieron recrear el camino del flujo de sangre para determinar la posición de la crucifixión. Goteando sangre por su brazo desde una cánula fijada a su muñeca, Garlaschelli encontró que las manchas en el sudario eran consistentes con una crucifixión. Sin embargo, los brazos tenían que estar en posición “Y” sobre su cabeza en lugar de la posición “T” comúnmente representada. “Esta habría sido una posición muy dolorosa y que habría creado dificultades para respirar”, dijo Borrini a New Scientist. “Podría ser que el artista decidiera dibujar los riachuelos de sangre paralelos a los brazos por razones artísticas.”
Su análisis confirma los hallazgos anteriores del doctor Gilbert Lavoie de Massachusetts y del doctor Niels Svensson de Dinamarca. Borrini se apresura a señalar que la posición “Y” fue utilizada para la tortura medieval. Sin embargo, esas víctimas no fueron clavadas en una cruz. En su lugar, se les dejaba colgados, con las muñecas atadas con una cuerda a una viga.
Más información
National Geographic: Por qué la Sábana Santa de los secretos de Turín continúa eludiendo la ciencia.
El Telégrafo: La Sábana Santa de Turín “no es una falsificación medieval”
New Scientist: El sudario de Turín representa una crucifixión en forma de Y