“La evolución es un juguete”. -Francois Jacob, “La evolución y el tinker”
Tendemos a pensar en la evolución como un proceso lento que toma cientos de miles de años. Si bien es cierto que un pez puede tardar muchas generaciones en llegar a la tierra o un organismo unicelular en volverse más complejo, también puede ocurrir a través de especies enteras durante nuestra vida. Recientemente, los científicos han catalogado una serie de cambios en unos pocos lagartos que fueron reubicados de una isla a otra, y otras criaturas, como las salamandras, están mostrando que pueden evolucionar para adaptarse a la contaminación de su entorno.
Explicación completa
Por definición, parece que la evolución es un proceso que debería llevar un tiempo indeterminado. Y toma generaciones; la evolución no ocurre en la vida de un solo individuo, ya que requiere un cambio en la composición genética de una criatura. Ese cambio sólo ocurre entre generaciones. Tenemos muchas pruebas de que la evolución se produce durante un largo período de tiempo, y podemos rastrear nuevas formas y adaptaciones a través del registro fósil y observar el cambio gradual de las especies a medida que se adaptan a entornos cambiantes o a un traslado a otros nuevos. Pero la evolución no siempre toma para siempre, y tenemos varios ejemplos que ilustran lo rápido que puede ocurrir.
En 1971, varios pares de lagartos de pared italianos fueron trasladados de una isla de la costa de Croacia a otra. Cuando estalló la guerra, los científicos que estaban a cargo del proyecto no pudieron regresar. Los lagartos han tenido cuatro décadas de crecimiento y desarrollo sin control. Esas cinco parejas originales han engendrado una población de miles (confirmado por pruebas de ADN).
Había habido una población de lagartos nativos, pero esos lagartos menos agresivos habían desaparecido. Los lagartos inmigrantes no sólo habían tomado el control: También habían desarrollado músculos adicionales en su tracto intestinal para permitirles digerir con éxito y sobrevivir con una dieta vegetariana a la que no estaban acostumbrados anteriormente. Su estructura intestinal cambió para procesar material vegetariano. La mordida del lagarto había evolucionado para morder y masticar las hojas más fácilmente, y eso también había cambiado la estructura y el tamaño de sus cabezas.
Estos cambios ocurrieron en sólo unas 30 generaciones de lagartos.
De manera similar, se ha demostrado que los ácaros del suelo experimentan una rápida evolución, cambiando su composición genética en respuesta a su entorno. Los científicos del Reino Unido han examinado el desarrollo de los ácaros del suelo en relación con su medio ambiente y han descubierto que en un lapso de 20 generaciones, la genética de los ácaros cambió de tal manera que duplicó su duración de vida.
También se ha descubierto que las salamandras que viven en un ambiente tóxico se han adaptado para sobrevivir a la toxicidad que es absorbida por sus cuerpos. Un estudio realizado por un estudiante de doctorado de Yale, Steve Brady, comparó dos grupos de salamandras, uno que vivía en un bosque virgen, y otro que vivía en los lodos tóxicos que eran charcos al borde de la carretera. Mientras que se incubaron menos huevos en el ambiente más tóxico, la vida de las salamandras sobrevivientes fue mucho más larga. Décadas después, estudios de seguimiento de una variedad similar mostraron que animales como los peces y las salamandras se están adaptando a vivir en aguas y entornos contaminados.
Incluso los pinzones de las Galápagos han demostrado que evolucionan en el tiempo que lleva completar un estudio científico. Los investigadores han documentado cambios en la forma del pico de las aves, en el curso de sólo tres décadas. Una teoría sobre cómo la evolución parece ocurrir tan rápidamente se basa en una especie de gen latente, que permanece enterrado o latente en los genes de una criatura hasta que es necesario, pero obviamente no hay un consenso general entre los científicos.
Nuestro mundo rápidamente cambiante y el daño que estamos haciendo al medio ambiente está obligando a muchas especies – como las salamandras, los pececillos, las aves – a adaptarse o perecer. Aunque la mayoría de las especies en las que se ha documentado este fenómeno de rápida evolución son pequeñas o invertebradas, abre la puerta a más preguntas sobre la evolución que respuestas.
Más información
BBC News: El cambio ambiental “desencadena una rápida evolución”
National Geographic: Los lagartos evolucionan rápidamente después de la introducción a la isla.
Emily Monosson: Evolución tóxica de las salamandras manchadas