Richard Ankrom es más que un artista. Es un funcionario público de la guerrilla. En 2001, él solo reemplazó un cartel de la autopista de Los Ángeles con una réplica casi exacta que había hecho él mismo. ¿Por qué? Porque años antes, el cartel había hecho que Richard perdiera la salida.
Explicación completa
En 1991, el artista Richard Ankrom conducía por la autopista 110 en Los Ángeles, buscando incorporarse a la I-5 Norte, cuando perdió su salida. Todos hemos estado allí, pero por alguna razón, Ankrom nunca olvidó ese momento. Siempre estuvo ahí, regañando en el fondo de su mente. ¿Cómo había perdido esa salida?
Unos años después, todo encajó.
Estaba conduciendo por la 110 de nuevo cuando notó algo raro en la señal de la autopista. Donde debería haber un escudo rojo y azul de la I-5 marcando la salida, había un gran espacio vacío. Alguien del Departamento de Transporte de California (Caltrans) la había cagado. Por eso había perdido su salida en 1991.
La mayoría de la gente sólo sacudiría la cabeza y seguiría adelante. No Richard. Él decidió que era el hombre para arreglar este problema. Haría su propio cartel y lo cambiaría por el viejo, y fue entonces cuando se puso en modo Danny Ocean. Estudió los letreros de las autopistas de la ciudad, analizando los colores, copiando la tipografía y arrastrándose por los puentes con una cinta métrica. Y para asegurarse de que su señal fuera perfecta, estudió el Manual de Dispositivos Uniformes de Control de Tráfico, la Biblia sobre el diseño de señales de California.
Pronto, la señal de Richard estaba lista, con el escudo I-5. Era perfecto, hasta su grosor. Incluso roció el letrero con un poco de pintura gris para darle ese aspecto viejo y desgastado. Luego se cortó el pelo, se compró un casco y un chaleco de seguridad, e hizo una calcomanía de aspecto oficial para su camión para hacer creer a la gente que trabajaba para la ciudad.
Era la hora del espectáculo.
El 5 de agosto de 2001, Richard trepó por un alambre de púas, se abrió paso a través de una pasarela a 9 metros del suelo, y retiró y reemplazó el letrero defectuoso en menos de media hora con coches zumbando debajo de él todo el tiempo. Y allí se quedó (con su firma en la parte de atrás) durante nueve meses, hasta que un amigo habló con la prensa. Sólo que Caltrans no estaba enfadado. De hecho, estaban impresionados. El cartel cumplía todos sus criterios, así que lo dejaron colgado durante casi nueve años.
Desafortunadamente, cuando la quitaron años después, la aplastaron antes de que Richard pudiera rescatar su preciada pieza de arte. Pero cuando reemplazaron su falsificación, se aseguraron de que el nuevo cartel tuviera el escudo de la I-5 Norte marcando esa molesta salida.
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Imagen destacada a través de Google Street View.
Ankrom: Señales de la autopista
99% Invisible: Servicio público de la guerrilla