“Los corazones débiles nunca ganaron a las damas justas”. -Robin Hood, Robin Hood (1973)
La próxima vez que necesites ayuda para salir de la cárcel o para dejar el hábito de la droga, ¿por qué no le ofreces una oración a los Santos Matones de Venezuela? Conocidos en Caracas como los Santos Malandros, los Santos Matones son ladrones de la vida real que murieron en los 60 y 70 pero que hoy son venerados como santos. Y no sólo los criminales adoran a estos matones. Incluso los ciudadanos respetuosos de la ley traen regalos para Ismael y su grupo de pistoleros.
Explicación completa
Cualquiera que haga un viaje a Venezuela probablemente debería alejarse de Caracas. La capital de la nación, Caracas es uno de los lugares más mortíferos del planeta. En 2011, el índice de asesinatos de la ciudad superó al de Bagdad, y sólo en 2013 fueron asesinadas más de 24.000 personas.
Toda esta locura comenzó en 1989 cuando el presidente Carlos Andrés Pérez trató de controlar los problemas económicos de la ciudad. Enojados con sus políticas, los ciudadanos de Caracas salieron a las calles para una ola de tres días de disturbios y protestas conocida como el Caracazo. Desde entonces, Caracas se ha convertido en el equivalente sudamericano de Ciudad Gótica, sólo que sin el cruzado de la capa.
Los analistas y funcionarios culpan del aumento de la tasa de criminalidad a todo, desde la desigualdad y la corrupción hasta el número astronómicamente alto de armas ilegales en las calles. Cualquiera que sea la causa, estos asesinatos han tenido un enorme impacto en la cultura de la ciudad… en algunas formas realmente extrañas. Para probarlo, no busquen más allá del culto a María Lionza, una extraña religión que mezcla el catolicismo, la espiritualidad africana y las costumbres nativas.
El culto a María Lionza existe desde hace mucho tiempo y tiene una teología bastante elaborada. A menudo retratada como una mujer desnuda montada en un tapir, María Lionza es una diosa que preside un ejército de santos menores. Estos santos son los espíritus de los humanos muertos que se comunican a través de médiums y ayudan a los creyentes que ofrecen oraciones y regalos. Curiosamente, los santos se dividen en varios tribunales como el Tribunal Médico (formado por médicos fallecidos), el Tribunal de los Indios (formado por antiguos jefes) y el Tribunal de los Revolucionarios (que es bastante obvio). Incluso hay un Tribunal de los vikingos.
La idea de los santos no es muy diferente de la doctrina católica tradicional, pero el Papa nunca aprobaría las más recientes adiciones a la religión de María Lionza. Después del Caracazo, la gente comenzó a prestar atención a los Santos Malandros, o Matones Santos. Básicamente, son una corte de santos criminales que murieron en los años 60 y 70. La leyenda dice que estos ladrones robaron a los ricos para dárselos a los pobres, y el rey del Tribunal de Malandro es un ladrón llamado Ismael Sánchez.
Según sus seguidores, Sánchez era el Robin Hood venezolano. Asaltaba camiones, robaba carne y harina, y le daba la mercancía a la gente de su vecindario. Eventualmente, sus costumbres ilegales lo alcanzaron, y un “policía malo” le puso una bala en la espalda. Hoy en día, Sánchez tiene un santuario en el Cementerio General del Sur, uno de los cementerios más extraños del mundo. Todos los Santos Matones están enterrados aquí, y sus tumbas están marcadas con estatuas en miniatura, pequeños iconos de los propios santos.
Toma la estatua de Ismael por ejemplo. Mide aproximadamente un metro de altura y lleva una gorra de béisbol, gafas de sol y un par de Nikes. Por supuesto, está fumando un cigarrillo, y hay una pistola metida en sus pantalones holgados. Supuestamente, Ismael puede ayudar a la gente a salir de la cárcel y ayudar en cirugías de corazón. Puede ayudarte a dejar el hábito de la droga, y puede conceder la venganza contra tus enemigos. Los devotos rezan a Ismael y dejan flores, drogas y velas en su tumba. Mucha gente incluso trae cigarrillos y le pone las colillas en los labios para que pueda tener un arrastre.
Otros santos incluyen a mujeres como Malandra Isabel e Isabelita, y luego están los tipos con apodos locos como el Calvo, el Ratón, e incluso Petróleo. Irónicamente, tanto los criminales como los ciudadanos honestos rezan a los Santos Matones, y mientras algunos piden protección de los ladrones, otros piden protección de los policías. Esto demuestra que cuando la gente está desesperada, acudirá a cualquier lugar en busca de ayuda, incluso a viejos ladrones muertos.
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Crédito de la imagen destacada: Ronald Rivas Casallas
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