“El hombre es el animal racional”. -Aristóteles
Los humanos son animales pero, esencialmente, son los únicos animales racionales. Cuando un humano ve un objeto puede crear la idea de lo que hace que ese objeto sea único (un árbol). Esto se llama abstracción. Los animales simplemente ven el objeto como una sola cosa (el árbol). Debido a que podemos separar la idea de una cosa (su concepto) de la cosa misma, podemos combinarla en nuestra mente con otras cosas para hacer nuevas cosas que no existen en el mundo físico (un árbol que habla, por ejemplo – combinando “árbol” y “humano”).
Explicación completa
Este concepto de abstracción es único para el hombre y es la razón por la que los humanos han sido capaces de crear estructuras y objetos tan increíbles con los que nos rodeamos en la vida. Un pájaro puede hacer un nido pero a menos que esté en su naturaleza construir casas con calefacción, nunca será capaz de concebir la idea de peinar su casa con una fuente de calor.
El fundamento de esta idea proviene del concepto filosófico de que ciertas cosas en su esencia (su ser o existencia) es lo que determina su diferencia. Usando el mismo concepto podemos decir que la diferencia entre los animales y los objetos inanimados es la sensibilidad (la capacidad de sentir). Sólo los animales tienen sentidos (un árbol no puede sentir el frío, una piedra no puede oler la tierra). Los animales tienen sentidos, y los humanos tienen sentidos, por lo tanto los humanos son animales. Pero sólo los humanos tienen racionalidad.
Este método de determinar qué es algo fue la base principal de la ciencia en la antigüedad. Los filósofos de la antigüedad también eran científicos. Usando fórmulas especiales (lógica formal), el filósofo podía abstraer las cosas hasta su esencia y llegar a cierto conocimiento nuevo de esa cosa. Aristóteles es probablemente el filósofo más conocido por sintetizar y trabajar con este sistema.
Más información
Enciclopedia Católica: Escolástica
Enciclopedia de Filosofía de Stanford: La Metafísica de Aristóteles.
Tanque Escéptico: Los humanos también son animales