El clásico de Robert Redford “Los tres días del cóndor” está basado en una novela de James Grady. Grady inventó un trabajo ficticio para su protagonista, el de un lector de la CIA, pero los soviéticos no sabían que era sólo una fantasía. Convencidos de que los EE.UU. empleaban lectores de la vida real, llenaron una división con bibliófilos de alto secreto.
Explicación completa
En 1975, el director Sydney Pollack se unió a Robert Redford para producir Three Days of the Condor. También protagonizada por Faye Dunaway y Max von Sydow, Cóndor es el clásico ejemplo del thriller de conspiración de los 70. La trama sigue a un agente de la CIA llamado Joe Turner (interpretado por Redford) cuyo trabajo es, bueno, leer libros. En realidad, él está buscando códigos ocultos escritos por espías o posiblemente nuevos conceptos que la CIA pueda implementar.
Por supuesto, las cosas toman un mal giro cuando Turner (cuyo nombre en clave es Cóndor) sin saberlo se tropieza con un complot real, y las cosas se ponen muy tensas cuando un equipo de asesinos se presenta en el lugar de trabajo de Turner. Después de encontrar a sus compañeros asesinados, Turner se ve obligado a huir y a averiguar por qué alguien está matando a bibliotecarios de alto secreto.
Como muchas películas, Tres días del Cóndor está basada en una novela. Mientras que la trama general es bastante similar, el libro se llama Seis Días del Cóndor, y el héroe se llama Ronald Malcolm. Como el personaje de Redford en la película, Malcolm pasa sus días leyendo libros, revistas y periódicos, tratando de descubrir cualquier secreto potencial.
Sin embargo, el trabajo de Malcolm es completamente ficticio, o al menos lo era en su momento. El novelista James Grady quería escribir una historia sobre un cobarde que se convierte en un superespía, así que necesitaba un trabajo especialmente nerd.
Así es como a Grady se le ocurrió la idea de un hombre que lee para vivir. Pero Grady no sabía que su libro tendría repercusiones reales, en la vida real. Avancemos al año 2000 cuando un oficial de la KGB llamado Sergei Tretiakov desertó a los EE.UU. y registró sus experiencias en un libro llamado Camarada J. Según Tretiakov, Tres Días del Cóndor tuvo un gran impacto en la agencia de inteligencia soviética.
Cuando oficiales de alto rango de la KGB vieron la película de Redford, se convencieron de que la CIA estaba realmente empleando una división especial de lectores para buscar información de alto secreto. Convencidos de que necesitaban competir con las proezas literarias de la CIA, los soviéticos abrieron su propia división de lectura, donde los agentes de la KGB analizaron todo, desde el New York Times hasta Playboy. Esto demuestra que cuando la vida imita al arte, los resultados pueden ser bastante histéricos.
Más información
Camarada J, por Pete Earley.
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Los tres días del cóndor