Mientras que algunas personas no pueden entender el comer un lindo y peludo conejito, la realidad es que son una buena fuente de alimento. Con su renombre por la cría y su amplia gama de hábitat, son una fuente efectiva de nutrición. Sin embargo, hay que tener cuidado al comer conejo, ya que comer nada más que conejo puede matarte. Se llama hambruna de conejo, y es una de las cosas más paradójicas que hay.
Explicación completa
Los conejos están entre las fuentes de alimento más pobladas del mundo. Y aunque no son muy comunes hoy en día, ya que la producción masiva de carne de vacuno, cerdo y pollo se ha vuelto más fácil, su carne fue una vez una importante fuente de alimentos. Sin embargo, si uno se mantuviera en una dieta de carne de conejo en su totalidad, comenzaría a sufrir de varios síntomas bastante desagradables, que van desde la diarrea, el malestar, el dolor de cabeza y (lo más paradójico de todo) el hambre. Esta extraña “hambruna del conejo” fue notada por muchos exploradores y viajeros, que dependían de la caza de la caza local para obtener nutrientes.
Los exploradores que viajaron al Ártico septentrional, donde abundaban los conejos de nieve y el transporte de suministros desde la civilización era una molestia, se enfrentaron a ella a la vez que lidiaban con el duro clima. Además, fue señalado por Charles Darwin en su relato de su famoso viaje por mar en el HMS Beagle. Observó que las personas que se alimentaban principalmente de carne seca o magra tenían un deseo insaciable de alimentos grasos y aceitosos, incluso de las propias grasas y aceites, aunque no fueran muy apetecibles cuando se consumían crudos.
La falta de grasa en la carne de conejo era en realidad la causa del confuso hambre y la malnutrición. Mientras que las carnes, incluso las que tienen poca grasa, tienen valor nutricional, las grasas son una parte muy importante de la dieta. Las dietas modernas y las tendencias de la salud tienden a demonizar las grasas como algo que las personas consumen en exceso (lo cual es ciertamente cierto hasta cierto punto). Pero las grasas son una parte vital de la capacidad del cuerpo para generar energía y apoyar sus sistemas más fundamentales.
Esto se vuelve especialmente importante cuando el sujeto está en un ambiente particularmente hostil, como los exploradores del Ártico. Sin ninguna grasa en sus dietas para descomponer en energía, que puede ser convertida en calor, sus cuerpos quemaron sus propios depósitos de grasa rápidamente en un intento de mantener sus cuerpos calientes. Esto es normalmente algo que se hace para ayudar al individuo a buscar más comida y no es una solución de supervivencia a largo plazo. Es probable que ni siquiera fueran conscientes de su falta de grasas (fuera de la sensación de hambre y antojos) hasta que fue demasiado tarde.
Otra explicación para la hambruna de los conejos se encuentra en la bio-transformación de las proteínas en el cuerpo. Al ser un proceso químico, la metabolización de las proteínas produce subproductos. Entre ellos se encuentran la urea (y por extensión los aminoácidos) y el amoníaco, que deben ser procesados por los sistemas de filtración de residuos del cuerpo antes de que el flujo sanguíneo se sature con ellos. Si no se filtran, el resultado es finalmente la muerte.
Más información
Inanición de conejos: Dietas altas en proteínas y grasas.
Ingesta de Referencia Dietética
Institutos Nacionales de Salud: Una revisión de los problemas de la ingesta de proteínas alimentarias en los seres humanos