Se atribuye a Cristóbal Colón y sus hombres el haber traído a Europa muchas cosas maravillosas del Nuevo Mundo. Durante mucho tiempo se ha debatido si trajeron o no una cosa que, para muchos, negó todo lo bueno. Ahora, la evidencia sugiere que los marineros, de hecho, trajeron la sífilis de vuelta a Europa; cuando lo hicieron, desataron una plaga de carne podrida y enconada.
Explicación completa
Los primeros casos confirmados de sífilis ocurrieron en Italia en 1495, unos dos años después de que Colón regresara de su primer viaje al Nuevo Mundo. Esos primeros casos comenzaron en el ejército del rey francés Carlos VIII, y se extendieron a militares y civiles italianos cuando los franceses invadieron Italia. Originalmente se conocía como mal francese , o la enfermedad francesa, y no tardó mucho en extenderse como la peste.
La sífilis no tratada es una visión horrible. Al principio, los médicos de la Italia del Renacimiento dudaban en admitir que había una nueva enfermedad que hacía que la carne se pudriera en los cuerpos aún vivos de la gente, proclamando que no habían hecho nada malo para que Dios desatara una plaga de pesadilla sobre la gente. Los frailes viajeros pensaron que la enfermedad era un heraldo de la Segunda Venida, y cuando la sífilis se siguió propagando fuera de Italia y en el resto de Europa, la iglesia comenzó a tomar medidas para poner en cuarentena a aquellos que pensaban que estaban siendo castigados.
Desde el exterior, la sífilis era poco diferente de la lepra ampliamente conocida. Había el mismo desgaste crónico del cuerpo, las mismas llagas, la misma falta de curas exitosas. Aunque se sabía que la sífilis se transmitía por vía sexual, el tratamiento de ambas seguía siendo intercambiable. Los enfermos de sífilis solían estar confinados en hospitales con otros que sufrían enfermedades de larga duración, y la falta de distinción dificultaba desde el principio la determinación de la procedencia de la enfermedad.
Las pruebas de sífilis antes del regreso de Colón a Europa y el posterior brote unos años más tarde son, en el mejor de los casos, incompletas, y han sido recientemente desacreditadas. Un puñado de esqueletos con cicatrices que se pensaba que eran prueba de sífilis precolombina han fallado otras pruebas para el virus, y los investigadores señalan que si la enfermedad hubiera existido en Europa antes de Colón, habría habido más signos que sólo el puñado de esqueletos que se han descubierto.
Todos los indicios apuntan a una infestación del virus de la sífilis en el Nuevo Mundo, pero no ocurrió como piensas. Es improbable que un grupo de marineros rudos atrapados en el mar durante demasiado tiempo fueran demasiado indiscriminados en sus acciones y trajeran la enfermedad venérea de vuelta con ellos, donde continuaron propagándola en Europa.
El virus de la sífilis se ha rastreado hasta una cepa de virus no venérea que aún existe hoy en día, y está restringida principalmente a los niños de Guyana. Esta enfermedad estrechamente relacionada, llamada pian, se transmite a través del contacto con la piel y se manifiesta en llagas rojas y con picor en la piel, hinchazón de las extremidades y eventuales cicatrices. Al igual que la sífilis, la enfermedad puede causar una desfiguración permanente si no se trata con antibióticos. Las pruebas modernas que detectan la sífilis también se utilizan en casos sospechosos de pianeo.
Ahora, se cree que fue este virus estrechamente relacionado el que regresó a Europa en barco con los marineros. El virus prosperó en el clima cálido y húmedo del Nuevo Mundo, y ahora se cree que mutó en el virus que causó la sífilis. La enfermedad necesitaba adaptarse al clima más frío de Europa, y mutó en el mortal virus de transmisión sexual que aún existe hoy en día.
Más información
NY Times: Estudio genético refuerza el vínculo de Colón con la sífilis.
NY Times: Yaws-Síntomas, Diagnóstico, Tratamiento
Italia en la Era del Renacimiento, editado por John M. Najemy.
ScienceDaily: Los esqueletos apuntan al viaje de Colón para los orígenes de la sífilis