“El precepto moral a adoptar es: Juzga, y prepárate para ser juzgado.” -Ayn Rand, La virtud del egoísmo
Ayn Rand fue la fundadora del Objetivismo, una libertaria de extrema derecha que atacó despiadadamente al Estado y creía que nadie debía ir a pedir dinero al gobierno… hasta que se enfermó, en cuyo momento se convirtió en la mayor reina de la asistencia social.
Explicación completa
Todos hemos oído hablar de Ayn Rand. Es la figura más divisiva de la política, odiada por la gente de la izquierda o del centro y venerada por la extrema derecha. En el transcurso de su vida, ella convirtió el individualismo y el sentimiento antigubernamental en una filosofía popular conocida como objetivismo, cuyos principios centrales incluyen una fuerte confianza en sí misma, el derecho de los ricos a pasar por encima de todo el mundo, y un odio hacia aquellos que toman el dinero del gobierno. Probablemente puedes ver a dónde va esto.
En 1982, Rand murió de cáncer debido a su excesivo hábito de fumar. Aunque no fue exactamente popular en su vida, se convirtió en una figura masiva en los años 80 y 90 entre los muy ricos y una cierta marca de libertario. Una de las cosas por las que era más admirada era la forma en que se aferraba a sus principios a lo largo de su vida… o eso parecía. En 2011, se reveló que Rand había pasado los últimos ocho años de su vida recibiendo beneficios de la Seguridad Social y el Medicare. En el momento de su muerte, su patrimonio estaba valorado en 500.000 dólares (alrededor de 1,2 millones de dólares en dinero de hoy), lo que sugiere que su decisión estuvo motivada menos por la racionalidad que por el tipo de codicia parasitaria que siempre había afirmado despreciar.
Lo más interesante de todo esto es cómo Rand y sus seguidores conspiraron para mantener este hecho en secreto, incluso cuando predicaban la total autosuficiencia. Otros famosos libertarios, como Isabel Paterson, se aferraron a sus armas hasta el amargo final, muriendo en la pobreza en lugar de tomar la Seguridad Social. Pero no Rand. Cuando llegó el momento, traicionó todo lo que representaba y mantuvo esta traición en secreto durante casi una década. Quizás los políticos que invocan su nombre para golpear a las “reinas del bienestar” deberían hacer lo posible por recordar esto la próxima vez.
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