“Un hombre debe mantener su pequeño cerebro en el ático con todos los muebles que pueda usar, y el resto puede guardarlo en el trastero de su biblioteca, donde puede conseguirlo si lo desea.” -Arthur Conan Doyle, “Las cinco pepitas de naranja”
Arthur Conan Doyle sintió que escribir a Sherlock Holmes lo estaba frenando. Doyle prefería escribir sobre historia y sentía que tales obras eran mucho más importantes en el gran esquema de las cosas. Eventualmente, para evitar el trabajo y el estrés, mató a Sherlock e intentó pasar a otros proyectos. La respuesta de los fans fue increíble y con gran reticencia devolvió el personaje a la vida.
Explicación completa
Antes de que Arthur Conan Doyle fuera uno de los autores más célebres de todos los tiempos, era sólo un estudiante aprendiendo a ser médico. Mientras Doyle estudiaba, se encontró con que se quedaba sin dinero y empezó a escribir para compensar el déficit. Incluso después de convertirse en médico, siguió escribiendo y finalmente creó el personaje de Sherlock Holmes.
Doyle comenzó escribiendo las aventuras de Holmes en forma de novelas de larga duración, comenzando con Un Estudio en Escarlata. Sin embargo, a Doyle no le importaba mucho el género en el que se situaba Holmes. Quería escribir sobre historia y la consideraba mucho más importante que la ficción detectivesca. De hecho, no consideraba que su trabajo sobre Holmes fuera de clase alta o digno de mucho. A Doyle le gustaba el dinero, así que siguió escribiendo las historias. Finalmente decidió que le gustaba más el dinero y empezó a escribir historias cortas sabiendo que se venderían bien en el mercado de las revistas.
Con el tiempo, su relación con Holmes se volvió cada vez menos amigable. Escribió historias cortas que la gente amaba, pero para él no eran obras cortas en absoluto. Para él, escribir las aventuras de Holmes era una tarea increíble. Tuvo que pensar mucho en una sola historia corta debido a las intrincadas tramas y misterios involucrados. Y con más éxito llegaron más plazos y presión. Por su propia cordura y para liberarse de otros proyectos, Doyle finalmente mató a Holmes en “El Problema Final”.
La reacción de los fans fue increíble. Algunos relatos afirman que la gente caminó por las calles con brazaletes negros para llorar y protestar por la muerte de Sherlock Holmes. Otra historia dice que Doyle fue atacado físicamente por una mujer con un paraguas por el pecado de matar a su personaje más grande. Doyle no estaba muy contento con esto y no cedió a la muerte de Sherlock por un tiempo. Al principio aceptó escribir El sabueso de los Baskerville, pero lo hizo antes de que Holmes muriera. También contó la historia desde la perspectiva de Watson, con Holmes ausente durante la mayor parte del relato. Esta era claramente la manera de Doyle de mostrar a los fans cómo se sentía acerca de que lo arrastraran pateando y gritando de vuelta al mundo de la ficción detectivesca.
Doyle finalmente se rindió, aceptó las airadas protestas de su legión de fans, y permitió que Holmes volviera realmente a la vida. En la “Aventura de la casa vacía”, Doyle le escribió de vuelta a la vida afirmando que había fingido su propia muerte para evitar a sus enemigos, aunque Doyle hubiera preferido fácilmente que siguiera muerto.
Más información
¡Misterio de PBS!: Doyle vs. Holmes.
Wall Street Journal: Arthur Conan Doyle y la carga de Sherlock Holmes