“Sólo hay una luna arriba, un sol dorado, sólo hay uno que amo, tú eres el único”. – “Madonna Mia,” Al Capone
A pesar de su asociación con el día de San Valentín, Al Capone no es conocido como un tipo particularmente romántico. Sin embargo, el gángster tenía una pasión secreta: tocar música y escribir canciones de amor. Cuando Scarface terminó en la Rock, compuso una tontería sobre un tipo que estaba perdidamente enamorado.
Explicación completa
Cuando Al Capone no estaba jugando al béisbol con la cabeza de otras personas, estaba ocupado tocando música. Resulta que el rey de la mafia de Chicago era un gran aficionado a la música. A Capone le encantaba ir a la ópera y era tan fanático del jazz que en 1926 hizo que el legendario pianista Fats Waller hiciera cosquillas en su fiesta de cumpleaños de tres días. Por supuesto, Fats fue secuestrado a punta de pistola y obligado a tocar para el placer de Capone, pero salió de la fiesta varios miles de dólares más rico.
Es una pena que Waller y Capone nunca hicieran un dúo porque Scarface era un músico muy hábil. Sin embargo, los instrumentos elegidos por Capone fueron el banjo y la mandola, y cuando finalmente fue enviado a Alcatraz en 1934, Al pasó sus días rasgueando las cuerdas tras las rejas. Incluso terminó en la banda de la prisión, los Rock Islanders, que tocaba para los otros presos todos los domingos. Pero Capone no sólo tocaba canciones. Resulta que en realidad escribió las suyas propias.
La historia dice que Capone era buen amigo de un jesuita en entrenamiento llamado Vincent Casey. Casey visitaba regularmente a los prisioneros de Alcatraz y se reunía regularmente con el famoso ex-gángster. Cada sábado durante dos años, Casey y Capone charlaban sobre la vida y asuntos espirituales, hasta que una Navidad, el gángster le dio al joven novicio un extraño regalo. Era una partitura, y la dedicatoria decía, “A mi buen amigo el Padre Vin Casey con lo mejor del mundo para una Feliz Navidad siempre para ti. Alphonse Capone.” La pieza se titulaba “Madonna Mia”, y era una canción de amor que decía así:
Madonna Mia,
Eres la flor de las rosas.
Eres el encanto que descansa,
En el corazón de una canción.
Madonna Mia,
Con tu verdadero amor para guiarme…
Deja que lo que sea que me marque,
Nunca me equivocaré.
Sólo hay una luna arriba.
Un sol dorado,
Sólo hay uno que amo,
Tú eres el único.
Entonces, ¿quién era esta misteriosa Madonna Mia? Tal vez era la Virgen María, o tal vez era la esposa de Capone, Mae. De cualquier manera, la canción sobrevivió a través de los años y fue grabada en 2009 por miembros de un club de fans de Al Capone. En cuanto a la partitura en sí, iba a ser vendida por 65.000 dólares. Es raro pensar que en otra vida, Scarface podría haber estado escribiendo canciones pop para cantantes románticos.
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